Devocional 21 ago.- Anselmo de Canterbury

Misericordia y justicia


Romanos 5:7-8 Ciertamente, apenas morirá alguno por un justo; con todo, pudiera ser que alguno osara morir por el bueno. Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.


Percibimos el fluir del río, pero no la fuente de la que brota. Es de la plenitud de tu bondad Señor que tienes amor por aquellos que han pecado contra ti. Pero permanece oculto en la profundidad de tu bondad el por qué esto es así.


Ciertamente, aunque está en tu bondad el recompensar el bien con el bien y el mal con el mal, esta regla es algo que la justicia requiere. Pero cuando Tú recompensas con bien al que es malo, es entonces que sabemos que es algo que Tú, el bien supremo, quiso hacerlo y nos admiramos de que Tú, que eres supremamente Justo pudieses quererlo


¡Oh, misericordia de Dios! ¡De qué abundante dulzura, de qué dulce abundancia fluyes hacia nosotros! ¡Oh, ilimitada bondad de Dios, cómo deberíamos nosotros pecadores conmovernos por el amor a ti! Inmensurable bondad, que sobrepasa todo entendimiento, que se derrame sobre mí esa misericordia que fluye de esa bondad. Perdona en tu misericordia, y no tomes venganza en tu justicia.


Anselmo de Canterbury.

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