La familia segùn el diseño de Dios
La familia segùn el diseño de Dios
Génesis 1: 27-28. “Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios los creó, varón y hembra los creó. Y los bendijo Dios y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra y sojuzgadla”.
La Biblia dice que después de creado el mundo, Dios
hizo al hombre y la mujer, los bendijo y les dio el mandato de tener hijos,
para que vivieran y disfrutaran de la bella creación que para ellos y sus
generaciones había sido hecha. De esta manera Dios instauraba la primera y más
importante institución: la familia, la cual a causa del pecado y la maldad
humana ha ido degradando hasta convertirse en muchos hogares en una verdadera
pesadilla.
Para la Iglesia
“Dios ha ordenado la familia como la institución fundamental de la sociedad
humana. Está compuesta por personas relacionadas unas con otras, por
matrimonio, sangre o adopción. El matrimonio es la unión de un hombre y una
mujer, en un pacto de compromiso por toda la vida. Es el don único de Dios para
revelar la unión entre Cristo y su iglesia y para proveer para el hombre y la
mujer en el matrimonio un medio para el compañerismo intimo, el canal para la
expresión sexual de acuerdo a los patrones bíblicos y los medios para la
procreación de la raza humana”.
Este es el diseño de Dios para la familia y de esta
manera proveer al hombre de felicidad, compañía, seguridad y todo lo que
necesita como ser humano. Pero como expresamos al inicio, el enemigo de las
almas, desde el Edén, no ha hecho otra cosa que tratar de romper este vínculo,
llenando de dolor a hombres, mujeres y niños. Como iglesia, levantamos nuestra
voz y el mensaje que proclamamos hoy es que seguimos creyendo en el diseño bíblico
de la familia, desaprobando todo intento de distorsionar la obra maestra de la
creación divina.
1.- Como Satanás, distorsionò el diseño bíblico. (Gén 3)
En este pasaje vemos de qué forma la serpiente engañó
a la mujer, luego esta le dio a Adán del fruto que Dios le había dicho no
comiera y ambos fueron sacados del Edén. Ya había cesado, a causa del pecado,
la relación con Dios, pero aun en aquella escena tan dolorosa Dios deja un
mensaje de esperanza. La serpiente recibiría un golpe mortal que vendría de la
simiente de la mujer, refiriéndose a Jesús, el Hijo de Dios que vino para traer
salvación al ser humano caído. (Gén. 3:15; Juan 3:16.)
2.- Como el hombre, inspirado por Satanás distorsionò el diseño bíblico.
a) La homosexualidad y el lesbianismo. (Ro.1:24-28).
La ideología atea a nivel mundial ha esgrimido un antiguo y aborrecido plan
para destruir de manera total lo que Dios dispuso. Por muchos años, las
personas homosexuales o lesbianas mantenían sus relaciones más o menos ocultas,
pero surgió la diabólica ideología de género, que les daba su total apoyo,
haciéndoles ver que les negaban supuestos derechos, que los discriminaban y que
merecían ser reconocidos. Dichas ideas tomaron fuerza, se hicieron públicas en
todos los países, hasta el momento actual, que aprobadas por muchas personas,
las relaciones homosexuales se practican de manera abierta y aberrante. La
llamada ideología de género pretende ser aprobada por todos los países a nivel
mundial, añadiendo la adopción de niños por parejas homosexuales, con las
consiguientes secuelas para los menores. A todas estas personas les espera el
justo juicio de Dios. (Ro. 1:32; 2:5).
b) El aborto. Los cristianos desaprobamos esta
práctica porque es contraria a la Palabra de Dios. (Sal.139:13-16; Éx. 20:13; Mt.
19:18; Lc 18:20). Los abortistas desafían la Palabra de Dios llamándola
obsoleta, y llegan a practicar abominables crímenes en nombre de la ciencia.
c) La negación a tener hijos. Dios dio al
hombre el mandato de fructificar, es decir, tener hijos, dejar descendencia,
educarlos en el temor de Él para que cumplan el propósito de Dios en sus vidas,
pero una de las corrientes actuales es el control de la natalidad. Las
relaciones de parejas sin casarse legalmente hacen que muchos vayan postergando
la responsabilidad de tener hijos, y llega el momento que deciden no tenerlos,
para evitar, según ellos, la responsabilidad de la mantención de los niños y
otras ideas erróneas. Una muestra de ello son varios presidentes de naciones
europeas que no tienen hijos y son un ejemplo de progreso para la desorientada
juventud que los sigue.
d) Las falsas enseñanzas acerca de la educación de
los hijos. Todos sabemos que en nuestros días se divulgan ideas falsas
acerca de la educación de los hijos, pero nosotros como creyentes no debemos
escuchar y mucho menos obedecer lo que acerca del tema se enseña. Desde el
ateísmo, en todas sus formas, hasta la llamada ideología de género que pretende
distorsionar las ideas que respecto al sexo se les enseña.
3.- Qué dice Dios en su Palabra.
La Biblia detalla cómo deben ser las relaciones entre
el hombre y la mujer (Ef. 5: 21-31; 1 Pe.3:1-8), y los padres e hijos.(Ef. 6:1-4;
1Jn 2:12-16), deben ser armoniosas, basadas en el amor y en el conocimiento de
la Palabra de Dios, practicando hábitos como leer juntos la Biblia y orar, dispuestos
a cooperar unos con otros para la mutua edificación.
Hay múltiples ejemplos de personas que recibieron una
solida educación cristiana y luego se destacaron en la vida profesional y
familiar. También ocurrió lo contrario: hijos de hogares disfuncionales
resultaron en delincuentes famosos. Como decíamos al inicio, Dios tiene un
hermoso plan con cada familia, y con cada miembro de ella en particular. Frente
a las ideas malignas actuales las familias cristianas deben ser un punto de
referencia para vecinos, amigos y otros familiares. ¿Estamos dispuestos a ser
esa luz que brille en medio de las tinieblas que nos rodean? (Mt 5:14-16).
En el decadente mundo de hoy, Dios hace un llamado a
las familias cristianas y es la de mantener los principios que nos unen como
familia y como parte del pueblo de Dios. El mundo tiene todos los medios al
alcance para propagar sus malas ideas. La luz cálida y amorosa de nuestro
hogar debe llegar a otras familias, debe ser una fuente de bendición y un
ejemplo. Solo Dios nos puede guiar, capacitar y dirigir a aquellas almas que
vagan sin una orientación certera y por un camino sin esperanzas. Llevémosles a
quien es el camino, la verdad y la vida: nuestro Señor y Salvador Jesucristo.
Amen.
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