Devocional 14 ago. - Martyn Lloyd Jones

Nuevo ser

Ro. 7:25 Gracias doy a Dios, por Jesucristo Señor nuestro. Así que, yo mismo con la mente sirvo a la ley de Dios, mas con la carne a la ley del pecado.

¿Por qué todos los seres humanos eligen el pecado? La respuesta es que el ser humano ha caído y está alejado de Dios. Toda su naturaleza se ha corrompido y es pecadora, su inclinación es a alejarse de Dios. Se opone a la idea de Dios y las demandas que Dios hace sobre él.

Además, el ser humano gusta y codicia lo que Dios prohíbe, y le desagradan las cosas y el tipo de vida al que Dios llama. Esto no son afirmaciones dogmáticas, sino hechos, que los no cristianos enfrentan de manera muy superficial, ya que sus propuestas con respecto a ellos fracasan necesariamente. Ignoran el problema principal que es: ¿Por qué el ser humano tendría que desear el mal?

La naturaleza misma del ser humano está caída. El ser humano tiene algo mal en el centro de su ser, por tanto, todo está mal. ¿Qué puede hacerse por Él? ¿Puede una persona cambiar toda la inclinación de su vida? Necesita una nueva naturaleza. ¿Dónde puede obtenerla? Solo hay una respuesta: en Jesucristo el Hijo de Dios.

Él descendió del cielo y tomó sobre sí una naturaleza humana perfecta y completa. Es Dios y hombre. Solamente en Él se unen la naturaleza humana y divina, y Él nos ofrece darnos su propia naturaleza.

Todos los que creen en Él y le reciben, obtienen esta nueva naturaleza. Amando primeramente al Señor su Dios, encuentran que aman a su prójimo como a sí mismos. Una nueva sociedad solo es posible cuando tenemos un nuevo ser. Solamente Cristo puede producirlas.

Martyn Lloyd Jones