Devocional 14 jun. - Lord Kinloch
La tribulación
Este es el punto culminante del logro cristiano. No solo soportamos las tribulaciones con la mansedumbre que se nos ordena, sino que encontramos que son la causa para alabar y glorificar a Dios.
Esto no es simplemente un arranque de entusiasmo por parte del apóstol Pablo, quien afirma su argumento con una estricta precisión lógica: “sabiendo (dice) que la tribulación produce paciencia, y la paciencia prueba, y la prueba esperanza, y la esperanza no avergüenza”.
Este progreso hacia una esperanza cierta de tal forma que produce un reconocimiento sin vergüenza, bien puede dar al creyente motivos de gloria para Dios. Pero no podemos olvidar que la tribulación fue el primer paso del camino.
Señor, varón de dolores, que conocías el dolor más que cualquier hijo de Adán, ayúdame a soportar la prueba de tal forma que produzca en mí paciencia y experiencia, y de ellas una esperanza que no avergüence, y que así haga que esa tribulación se convierta en gloria para mí, para alabanza de gracia.
Lord Kinloch
Amén
ResponderBorrar