Devocional 12 jun.- George Switch

El propósito de Dios

Hechos 27:33 Porque esta noche ha estado conmigo el ángel del Dios de quien soy y a quien sirvo.


Todas las personas deberían ocuparse en la piedad. Es el objetivo principal de Dios al ponerlas en el mundo. La libertad consiste en actuar como a uno le plazca, pero, alguien que es esclavo, es un instrumento vivo para servir a su amo. Si el derecho del amo es absoluto, la obediencia es incondicional. Dios tiene una soberanía perfecta sobre sus criaturas, y el gran propósito para el que Dios ha diseñado al ser humano es para ejercitarlo para la piedad.


Él tiene un propósito particular para todo lo que ha creado, ya sean pájaros, bestias, abejas, sol, luna, estrellas, flores, árboles y frutos. Todos están diseñados para actuar de acuerdo con su naturaleza. Las flores nos refrescan con su aroma y los árboles nos dan sombra y fruto. Los ríos corren a lo largo de su curso hacia el océano y el poderoso mar fluye. El ser humano está diseñado para un fin más noble: adorar al glorioso y bendito Dios y ejercitarse para la piedad.


El Señor hizo al hombre para que le adore. Es absurdo pensar que Dios nos formase con tanto cuidado y luego nos diese vida con una chispa de su propio fuego, con un rayo de su propia luz, simplemente para enviarnos al mundo a comer, beber, dormir, comprar, vender, sembrar y cosechar. Ciertamente tenía un propósito más elevado al dar forma a los seres humanos con un amor y costo tan alto. 


Los seres humanos fueron hechos espirituales para que pudiesen buscar el cielo y servir al Señor de él. El Talmud Judío presenta esta pregunta: “¿Por qué hizo Dios al ser humano en la víspera del día de reposo?”, y luego da la respuesta: “Para que comenzase su vida santificando el día de reposo y adorando a Dios, que es el motivo y razón principal por el que se le dio la vida”. 


George Swinnock

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