Devocional 27 nov. – J.R. Miller

Con nosotros en la barca

Mateo 8:2 Y he aquí vino un leproso y se postró ante él, diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme.

Recibimos de Cristo de acuerdo a nuestra fe. El leproso dijo: “Si quieres, puedes”. Era una fe real. Jesús enseguida dijo “quiero”.

También el centurión tenía una fe espléndida. Mostró humildad al no considerarse digno de tener a Jesús bajo su techo, y tuvo fe para decir que una simple palabra del Maestro sería suficiente. La visita de Jesús a la casa de Pedro fue interesante. Su suegra estaba enferma, Jesús la tocó, y la fiebre se fue.

Pedimos a los médicos que nos traten la fiebre, pero existen otros tipos de fiebre además de las físicas. Fiebres de descontento, de ansiedad, de angustia y de tristeza. Si pudiéramos tener el toque de Cristo sobre nuestra cabeza, bajaría nuestra fiebre y calmaría nuestros corazones.

Ya vimos la paz de Jesús cuando dormía en la barca en medio de la tormenta. Luego vemos su poder al calmar el viento y las olas. Podemos confiar en Él en las tempestades más salvajes sobre la tierra. Ningún daño nos puede venir en ningún mar. Él está con nosotros en la barca.

J.R. Miller