Devocional 16 oct – Alistair Begg

Mantenernos firmes

Hebreos 10:32 Pero traed a la memoria los días pasados, en los cuales, después de haber sido iluminados, sostuvisteis gran combate de padecimientos;

Un sufrimiento intenso y prolongado con frecuencia hace que cuestionemos nuestra fe y compromiso con Dios. Pero el autor de Hebreos nos anima a mantenernos firmes mientras recordamos nuestra resistencia a través de las dificultades del pasado. «Traed a la memoria» dice, «los días pasados, en los cuales, después de haber sido iluminados, sostuvisteis gran combate de padecimientos». 

A la luz de este recuerdo, debemos evitar la tentación de «perder nuestra confianza», sabiendo que nuestra perseverancia será grandemente recompensada.

Cuanto más tiempo continuemos en la vida cristiana, por la gracia de Dios, más pruebas dejaremos atrás, y más podremos mirar atrás y pensar: «Si perseveré a través de aquello, puedo continuar perseverando a través de esto».

Sin embargo, puede que pienses: «Esto ya es demasiado, no puedo perseverar esta vez». Si es así, has de saber esto: El Espíritu nos fortalece y nos ayuda en los momentos de gran debilidad (Ro.8:26-28). Incluso cuando no sabemos cómo orar o soportar, el Espíritu Santo intercede por nosotros y nos capacita para hacer la voluntad de Dios (v. 26).

Tambien nos exhorta a mantenernos en pie al lado de aquellos que sufren. De hecho, se nos llama a extender nuestra empatía, indentificándonos con nuestros hermanos en su aflicción. Esta asociación puede tener un costo. Los primeros creyentes soportaron el «despojo de sus bienes» como resultado de su compasión por aquellos que ya habían sido encarcelados. No debemos dejar que el costo nos frene.

Perseveramos en tristeza y empatía porque el Señor está a nuestro lado y nos fortalece y sostiene con la diestra de su justicia (Isaías 41:10). Conforme confrontas los problemas y labores de la vida, no deseches tu confianza ni te encojas hacia las sombras. Fija tus ojos y motiva a aquellos que están a tu alrededor para que fijen sus ojos en una «mejor y perdurable herencia»: La gloria de una eternidad con Cristo, quien marchó por la senda del sufrimiento antes que nosotros y ahora nos motiva a seguir hasta nuestro hogar.

Alistair Begg