Devocional 01 nov. – Andrew Murray

Cuando es difícil perdonar

Lucas 11:4 Y perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todos los que nos deben. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal.

El perdón de pecados es uno de los grandes regalos que libera al pecador. El perdón nos da confianza frente a Dios, y es la fuente de nuestra salvación. El perdón de pecados nos da una razón para ser agradecidos cada día de nuestra vida.

Mientras caminamos con Dios en la seguridad del perdón de pecados, Él quiere que vivamos como personas que hemos sido libremente perdonadas. Solo podemos probar nuestra sinceridad perdonando a aquellos que nos han ofendido tan voluntariosamente como Dios nos ha perdonado a nosotros.

En el Padre nuestro se nos enseña a orar: «perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todos los que nos deben». Luego vemos que en Mt. 6:15 se nos dice: «mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas». En Mt.18:21 tenemos la pregunta de Pedro: «Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí?». Nuestro Señor contestó: «Setenta veces siete».

Luego sigue con la parábola del siervo a quien su señor perdonó la deuda. Pero este siervo no mostró compasión por su consiervo. Su señor le preguntó (Mt. 18:33): «¿No debías tú también tener misericordia de tu consiervo, como yo tuve misericordia de ti?». Así, el siervo fue enviado a prisión. El Señor nos advierte en Mt.18:35: «Así también mi Padre celestial hará con vosotros si no perdonáis de todo corazón cada uno a su hermano sus ofensas».

Señor, se que a veces es muy difíicl perdonar. El recuerdo del daño y el dolor me mantiene estancado. Pero por fe obedeceré tu mandamiento. Hoy elijo perdonar, confiando que mis sentimientos irán detrás. Amén.

Andrew Murray