Devocional 21 ago – Alexander Smellie
El Cordero en el Apocalipsis
Apocalipsis 5:12 que decían a gran voz: El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza.
El Cordero de Dios es el centro del resplandeciente libro de Apocalipsis.
Tenemos al Cordero con sus heridas, al Cordero que fue
inmolado. Lleva las cicatrices de su batalla incluso en el cielo, las
reminiscencias del poder de la noche, la presión de la tormenta y el poste del
enemigo. Incluso en el cielo seré recordado perpetuamente que le debo todo al
Calvario y a Aquel que fue allí tanto un Vencedor como la Víctima del
sacrificio.
Tenemos al Cordero en su realeza, al Cordero en el
Trono. La cabeza que fue una vez coronada con afiladas espinas, ahora está
coronada con gloria real. Me regocijo en ella por Cristo, me regocijo en ella
por mí, porque ¿Qué no hará por mí si soy uno de sus pequeñitos? Sobre el mundo
de la naturaleza y los seres humanos, sobre principados y potestades, gobierna
Él, para poder ser amigo de mi alma.
Tenemos al Cordero que guarda a los suyos, al Cordero
que los pastoreará. Durante toda la eternidad, Él me pastoreará, alimentará,
protegerá y sostendrá. Nunca podré desligarme de Él. Nunca querré ser
independiente, ni estar fuera de su guardia y cuidado. A través de los años
eternos me declararé deudor de mi querido Señor.
Tenemos al Cordero en sus triunfos. Apocalipsis dice:
«El Cordero los vencerá». Así, un día, veré a mis enemigos en huida. Aquel día
feliz, será librado completamente del antagonismo y acoso de mis pecados. Aquel
que está conmigo es más poderoso que los ejércitos acampados contra mí. Él
vencerá en la batalla. No tengo otra esperanza en el cielo, la tierra o el mar.
Alexander Smellie
Aleluya
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