Devocional 04 ago – Alexander Smellie
El arroyo de Querit
1 Reyes 17:3 Apártate de aquí, y vuélvete al oriente, y escóndete en el arroyo de Querit, que está frente al Jordán.
Cerca del arroyo Dios enseñó a su siervo a pasar
tiempo en soledad y silencio. Esa fue una disciplina para un hombre activo,
impetuoso y celoso como Elías.
Que yo aprenda a amar el lugar solitario y las épocas
de espera. Que vea la luz en su rostro, pero tambien la sanidad en la sombra. El
desierto con Dios es un campo fructífero para el alma, y de instruccion en su
quietud, revitalizado y fuerte.
Al lado del arroyo Dios enseñó a Elías a confiar en
Él para la provisión diaria. Por la mañana y por la noche los pájaros
extendían la mesa al mandato del Señor y a su siervo no le faltó nada bueno.
Que yo recuerde que mi Padre en el cielo conoce mis necesidades temporales así
como conoce mi pobreza espiritual. Que yo confíe en él para darme el alimento conveniente.
Al lado del arroyo Dios enseñó a su enviado a tener
comunión con los hombres que sufren. Al final el torrente de agua se secó, y
sus aguas ya no dieron más de beber al profeta; su música fue acallada, y
entonces sus pensamientos se volvieron a las multitudes que perecían por la
sequía. Que yo de la bienvenida a toda disciplina, por muy amarga que sea, si
profundiza y ensancha mi empatía por otros. Que yo soporte la carga de mi
hermano, y así cumpla la ley de Cristo.
Ciertamente estaré contento si hay un Querit en mi
experiencia. Me hará bien estar allí.
Alexander Smellie
Dios proveerá
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