Romanos 14 – El dèbil de conciencia

El dèbil de conciencia

Ro 14:1  Recibid al débil en la fe, pero no para contender sobre opiniones.

En este pasaje Pablo aborda el tema de las disputas y la libertad cristiana en relación con asuntos de conciencia y prácticas dietéticas. El capítulo trata sobre cómo los creyentes deben tratar y respetar las diferencias de opinión en áreas no fundamentales de la fe.

El pasaje comienza con la exhortación de Pablo a los creyentes a recibir a aquellos que son débiles en la fe sin entrar en discusiones sobre opiniones personales (v. 1). Pablo considera que los asuntos relacionados con la comida y los días sagrados son ejemplos de estas disputas secundarias.

En el v. 2, Pablo dice: "Porque uno cree que puede comer de todo, mientras que otro, que es débil en la fe, come sólo verduras". Aquí, Pablo se refiere a la diferencia de opiniones entre los creyentes sobre qué alimentos son lícitos para consumir. Algunos creyentes se sienten libres de comer cualquier alimento, mientras que otros creen que deben seguir restricciones dietéticas más estrictas.

Pablo enfatiza que no debemos juzgar ni menospreciar a aquellos que tienen opiniones diferentes en estas áreas no fundamentales. En el v. 4, dice: "¿Quién eres tú para juzgar al siervo ajeno? Para su propio señor está en pie o cae; pero estará firme, porque poderoso es el Señor para hacerlo estar firme". Aquí, Pablo destaca que cada creyente es responsable ante Dios y que es Dios quien tiene la autoridad para juzgar.

Además, Pablo insta a los creyentes a actuar en amor y a evitar causar tropiezo a otros con sus acciones. En el v. 13, dice: "Así que, ya no nos juzguemos más los unos a los otros, sino más bien decidid no poner tropiezo u ocasión de caer al hermano". Los creyentes deben priorizar el amor, la unidad y la edificación mutua sobre las diferencias de opinión.

En resumen, Romanos 14 nos enseña que debemos respetar y aceptar a nuestros hermanos y hermanas en la fe, incluso cuando tenemos diferencias de opinión en asuntos secundarios. No debemos juzgar ni menospreciar a aquellos que tienen prácticas o convicciones diferentes, sino que debemos buscar la unidad, el amor y la edificación mutua en la comunidad de creyentes.