Devocional 10 jul – B.B. Warfield
¿Cuidar la salvación?
Filipenses 2:12-13 Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no como en mi presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor, porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad.
Esta exhortación no se dirige a los pecadores, sino a los santos. Pablo no les dice dice «ocupaos para vuestra salvación», sino «ocupaos en vuestra salvación». Lo hace empleando un verbo compuesto que tiene su énfasis en el final: «llevad vuestra salvación a su plenitud».
Cuando les exhorta diciendo «ocupaos en vuestra salvación»,
tenìa en mente lo mismo que cuando comenzó dicho párrafo: «que os comportéis
como es digno del evangelio de Cristo» (Filip. 1:27). Es también lo mismo que
explica en el transcurso del mismo: Perseverar en el testimonio del evangelio,
amar a los hermanos, tener una mentalidad humilde y virtudes cristianas
similares.
Al adquirir y cultivar estas gracias, la iglesia estaría
«ocupándose en su salvación», realizando en su vida, en una plenitud cada vez
mayor, todo lo que involucra la «salvación» y sus contenidos esenciales.
El apóstol trabajaba bajo una profunda angustia,
porque al haberse visto apartado violentamente del cuidado de las recién
nacidas iglesias por su encarcelamiento, esto podría afectar de manera
desfavorable al desarrollo cristiano de las mismas.
Quizás estaba indicando que después de todo, cada
persona debe ocuparse «en su propia salvación», sin importar la ayuda que
puedan obtener de otros. Después de todo, dice el apóstol no se trata
principalmente de mi gozo, sino de vuestra propia salvación.(2. 17)
B.B. Warfield
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