Devocional 02 ago – Lord Kinloch

Libres de muerte

Romanos 7:24 ¡Miserable de mí! ¿quién me librará de este cuerpo de muerte?

Al principio resulta de algún modo impactante el leer esta exclamación del primero de los apóstoles. Pero no es algo que indique una cantidad de pecado que sea inusual, sino solo una sensibilidad inusual a la presión de aquello que lo atribulaba.

El sentimiento que expresa es el mismo de cualquiera que pueda decir junto con el apóstol: «pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros».

Todo aquel que experimenta esto soportará en alguna ocasión la sensación de miseria de Pablo. Todo aquel que lo haga, al final, tendrá motivos para agradecer a Dios por su liberación junto con el apóstol.

Señor, que ves lo pesada que es la carga del pecado bajo la que me lamento. Estoy cargado. Agrádate en librarme rápidamente de este cuerpo de muerte, y sácame de la prisión en la que estoy cautivo. Dame la luz y la libertad de la vida contigo, para alabanza de tu gracia redentora.

Lord Kinloch

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