Romanos 10 – La fe en la salvacion.

La fe en la salvacion.

 


Rom 10:9  que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.

Pablo comienza expresando su profundo deseo y oración a Dios por la salvación de los israelitas, es decir, por sus compatriotas judíos (v. 1). A pesar de las dificultades que ha enfrentado al predicar el evangelio entre ellos, su deseo era que encontraran la salvación en Jesucristo.

Seguidamente reconoce que los israelitas tenìan un fervor religioso y celo por Dios (v. 2). Sin embargo, señala que su celo no estaba basado en un conocimiento correcto. A pesar de su dedicación, muchos judíos no habìan comprendido la plena revelación de Dios en Jesucristo.

En el v. 3, Pablo afirma que los israelitas habìan ignorado o desconocido la justicia de Dios. En lugar de confiar en la justicia divina y en la obra de Jesucristo, habìan buscado establecer su propia justicia basada en el cumplimiento de la ley y las obras. Esto los habìa llevado a rechazar la justicia que Dios ofrecìa gratuitamente por medio de la fe.

Pablo explica en el v. 4  que el propósito final de la ley judía era conducir a las personas a Cristo. La ley revela la necesidad de salvación y prepara el camino para que todos los que creen en Jesucristo sean justificados, es decir, sean declarados justos ante Dios.

En el v. 5 Pablo cita el Antiguo Testamento (Lev. 18:5) en la que Moisés establece que aquellos que cumplen la ley serán justificados por ella. Sin embargo, Pablo estaba señalando que nadie puede cumplir perfectamente la ley y, por lo tanto, nadie puede ser salvo a través de ella.

Seguidamente Pablo contrasta la justicia por la ley con la justicia por la fe (v. 6). Menciona que la fe no requiere que alguien suba al cielo o realice algún esfuerzo sobrehumano para traer a Cristo. Tampoco requiere que alguien descienda al abismo o haga algo extraordinario para traer a Cristo de entre los muertos (v. 7). Jesucristo ya ha resucitado y está disponible para todos aquellos que creen en Él.

En el v. 8 Pablo afirma que la palabra de fe, es decir, el mensaje del evangelio, estaba cerca de todos. Está disponible para ser creído y confesado con la boca y aceptado en el corazón. Pablo señala que este es el mensaje que él y otros predicadores proclamaban.

Seguidamente Pablo establece claramente el requisito para la salvación: confesar con la boca que Jesús es el Señor y creer en el corazón que Dios lo resucitó de entre los muertos. La salvación viene por la fe en Jesucristo y su obra redentora. Pablo enfatiza que la fe en el corazón lleva a la justificación ante Dios, mientras que la confesión con la boca demuestra y asegura la salvación. Ambos aspectos, creer y confesar, son importantes en la experiencia de la salvación. (vv. 9-10)

En el v. 11 Pablo cita otra vez el AT (Isaías 28:16) para afirmar que aquellos que creen en Jesucristo no serán avergonzados. La fe en Cristo y su obra redentora asegura la aceptación y el favor de Dios, y no hay motivo para sentir vergüenza o deshonra. Y esto cubre tanto a judíos como a gentiles (v. 12). Jesucristo es el Señor de todos, y su gracia está disponible para todos aquellos que le invocan, sin importar su origen étnico.

Pablo nuevamente cita una profecía del Antiguo Testamento (Joel 2:32) para afirmar que cualquier persona que invoque el nombre del Señor será salvada (v. 13). El acto de invocar a Jesucristo y confiar en Él como el Salvador es lo que garantiza la salvación.

En los v.14-15 Pablo plantea una preguntas retóricas para destacar la importancia de la predicación del evangelio. Para que las personas crean en Jesucristo y lo invoquen para ser salvadas, primero necesitan oír acerca de Él. Y para que oigan, es necesario que haya mensajeros que les prediquen el mensaje del evangelio. Ademas subraya la necesidad de que deben ser enviados, es decir, personas comisionadas para predicar el evangelio. (Isaías 52:7)

 En el v.16 Pablo reconoce que no todos han obedecido al evangelio, es decir, no todos han creído y respondido al mensaje de salvación. Cita nuevamente al profeta Isaías (Isaías 53:1) para destacar la incredulidad y la falta de fe en aquellos a quienes se les ha proclamado el evangelio.

Pablo resume la importancia del oír y el recibir la palabra de Dios. La fe viene por medio de escuchar el mensaje del evangelio, y ese mensaje se basa en la palabra de Dios. La predicación y la proclamación del evangelio son fundamentales para que las personas tengan la oportunidad de creer y ser salvas.

En resumen, Romanos 10 aborda temas como la justificación por la fe en Jesucristo, la importancia de creer y confesar a Jesús como Señor, la universalidad de la salvación para judíos y gentiles, la necesidad de la predicación del evangelio y el papel crucial de la fe y el oír la palabra de Dios en el proceso de salvación. 

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