Devocional 31 Mar – Octavius Winslow

Más que vencedor

Romanos 8:37 Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.

La frase parece implicar que es más que una simple victoria lo que los creyentes ganan. Una batalla puede ganarse con serias pérdidas para el que vence. Puede que un gran líder caiga liderando sus tropas. Puede que la flor y nata del ejército se vea destruida, y la mejor sangre del orgullo de la nación se derrame. Pero el cristiano vence sin una pérdida así. Nada que sea esencial para su bienestar se pone en peligro.

Su armadura, tejida sobre su alma por el Espíritu Santo, no la puede perder. Su vida, escondida con Cristo en Dios, no puede ponerse en peligro. Su Líder y Comandante, que una vez murió, esta vivo y ya no muere más. No perderá nada precioso y valioso. No existe ni una sola gracia en su alma que no salga más pura y resplandeciente por el conflicto de la batalla con el pecado, Satanás y el mundo.

Cuanto más ponga el Señor nuestra gracia en ejercicio, más plenamente se desarrollará, y recibirá vigor. Ni un grano de gracia perecerá con el zarandeo, ni una partícula de fe se consumirá en el refinamiento. ¡El creyente no pierde nada y gana todo! Regresa de la batalla cargado de despojos de una gloriosa victoria, regresa «más que vencedor».

Toda gracia del Espíritu madura. La fe se fortalece, el amor se expande, la experiencia se profundiza, el conocimiento aumenta. Sale de la prueba más santo y valeroso que cuando entró en ella. Su debilidad le ha enseñado donde reside la fuerza. Su necesidad le ha hecho familiarizarse más con la plenitud de Cristo. Sus peligros le han mostrado quién fue quien enseñó a sus manos a guerrear y sus dedos a luchar, y de quién era el escudo que cubrió su cabeza en el día de la batalla. Es «más que vencedor». ¡Es triunfante!.

Octavius Winslow

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