Devocional 17 Mar – Martyn Lloyd Jones

Un amor eterno

Jeremías 31:3 Jehová se manifestó a mí hace ya mucho tiempo, diciendo: Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia.

El amor de Dios es eterno. No tiene principio, ni tiene fin. No comenzó cuando creímos en Cristo; no es algo que surgió cuando vinimos a este mundo; no es algo que se inició en algún punto de la historia. Es eterno; siempre ha estado ahí.

El amor de Dios por nosotros no comenzó cuando nos arrepentimos y creímos; fue porque Él nos amó con un amor eterno que Él envió a su Hijo al mundo para morir por nosotros y salvarnos. “Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros” (Romanos 5:8). Él no murió por nosotros porque fuéramos buenos o porque hubiéramos hecho algo; murió por nosotros porque Dios nos amó con un amor eterno.

Su amor no depende de nada en nosotros, de nada que hagamos, o de nada que nos suceda. Depende completamente de Él, y de su eterna naturaleza y carácter.

Martyn Lloyd Jones

Comentarios

  1. Porque de tal manera Amó. (Amó, desde antes, eternamente)

    ResponderBorrar

Publicar un comentario

Entradas populares