Devocional 30 ene. – John Bradford
Acercándose como hijo
Salmos 103:13 Como el padre se compadece de los hijos, se compadece Jehová de los que le temen.
Tú, querido Señor, que has creado los cielos y la
tierra de tu buena voluntad hacia mí antes de que existiese. Sí, Tú que antes
de que el mundo fuese, me habías escogido en Cristo para ser tu hijo. Tú te has
convertido en mi amoroso Padre. Tu amor y paternal providencia excede el amor
de cualquier padre terrenal a la hora de amar, cuidar, proveer, nutrir y
ayudarme en todas mis necesidades. No debo vacilar ni dudar de que Tú eres mi
querido Padre, yo soy tu hijo para siempre por medio de Jesucristo (1 Juan 4:10).
Puedo echar todas mis preocupaciones sobre ti, confiar
en ti y clamar a ti con consuelo y una esperanza cierta para todas las cosas
que necesito. Soy tu hijo, inmerecidamente y solo con respecto a tu propia
bondad y gracia en Cristo. Me adoptaste según tu buena voluntad, y nada puede
faltarme al final que sea para mi bien. Tu poder es todopoderoso, y tu voluntad
es muy generosa. He de comportarme como hijo tuyo, regocijándome, alabando,
confiando, temiendo, sirviendo, amando y clamando a ti.
Pero ¡Ay! ¡Qué corazón tan duro tengo! Soy
desagradecido, lleno de incredulidad y dudas de tu rica misericordia. ¡Cuan
poco amo, temo, y acudo a ti! Sé misericordioso conmigo, perdóname buen Padre,
por ti mismo, y concede que el Espíritu Santo me de revelación de ti, para que
verdaderamente pueda conocer, amar, y fielmente depender de ti para todas mis
necesidades. A tus manos he de buscar todas las cosas Padre. Se me enseña a
gloriarme en ti, porque Tú eres completamente mi Señor, mi Dios y mi Padre.
Pero, ¡qué lejos estoy de esto! ¡Soy culpable de gran
ingratitud por haberme llamado a esta bendita comunión de tu querido Hijo y de
ti mismo! Oh, sé misericordioso conmigo, buen Padre, perdóname, y concédeme por
amor a Cristo que pueda sentir el verdadero gozo de tu bendita comunión. ¡Vengo
como tu hijo y la deseo para tu gloria!
John Bradford
Amén
ResponderBorrar