Devocional 18 dic. – Tim Keller

Gracias por tu gracia

Salmos 119:57-64 ¡Mi herencia eres tú, Señor! Prometo obedecer tus palabras. De todo corazón busco tu rostro; compadécete de mí conforme a tu promesa. Me he puesto a pensar en mis caminos, y he orientado mis pasos hacia tus estatutos. Me doy prisa, no tardo nada para cumplir tus mandamientos. 61 Aunque los lazos de los impíos me aprisionan, yo no me olvido de tu ley. A medianoche me levanto a darte gracias por tus rectos juicios. Soy amigo de todos los que te honran, de todos los que observan tus preceptos. Enséñame, Señor, tus decretos; ¡la tierra está llena de tu gran amor!

Toda la tierra está llena con el amor de Dios. Dios creó el mundo y cuida de él con amor. Jesús dice que podemos confiar en Dios porque Él tiene cuidado hasta de los pájaros del cielo (Mateo 6:26), y ama todo lo que ha creado (Salmos 145:9). Es debido a que ama a toda la gente que ha creado que quiere que también reciban su amor redentor. Ezequiel 18:32 dice «Yo no quiero la muerte de nadie. ¡Conviértanse, y vivirán!».

Es importante no pensar que Dios solo ama a los creyentes, y también no pensar que Dios ama a todas las personas del mundo de exactamente la misma manera. ¿Cómo responderemos a un Dios tan amoroso? Hemos de alinear todas las áreas de nuestra vida con la Palabra de Dios.

Señor, te alabo porque siempre me has amado, pero te amo porque abriste mi corazón para recibir también tu amor salvador. Tu soberana misericordia me llamó y enseñó a mi mente que se abría, sino el mundo me hubiera hechizado y cegado a las glorias celestiales. Gracias por tu gracia. Amén.

Tim Keller