Devocional 16 dic -Lord Kinloch
Cómo limpiar la contaminación del espíritu
Por
esta amonestación, se nos lleva a reconocer una seria verdad: Aparte de la
contaminación de la carne, existe una contaminación del espíritu. La pureza
externa más escrupulosa puede coexistir con la suciedad interior, que coloca al
individuo en el punto más bajo de la degradación moral. Hasta para los mejores
puede haber una contaminación de este tipo. En el contexto se sugiere que
existe un método seguro para limpiar esta contaminación del espíritu, y es
meditar en las promesas de Dios, siendo así estimulados a adecuarnos para
disfrutarlas por medio de «perfeccionar la santidad en el temor de Dios».
Oh
bendito Señor, que me has llamado en tu Palabra a ser un heredero de Dios por
medio de ti, dame gracia, te lo ruego, para esforzarme por adecuarme a esta
herencia, y concede que, libre de manchas en el exterior, también tenga dentro
de mi corazón esa santidad sin la que ningún hombre verá al Señor, para
alabanza de tu Espíritu que habita en mí.
Lord
Kinloch
Amén
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