Devocional 18 nov. – A.B. Simpson

Mirando a lo que no se ve

2 Corintios 4:18 no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.

¡Cuán fuerte es la trampa de las cosas que se ven, y qué necesario es que Dios nos guarde en las cosas que no se ven! Si Pedro ha de caminar sobre las aguas, él debe caminar; si va a nadar, debe nadar; pero no puede hacer ambas cosas. Si el pájaro va a volar, debe mantenerse alejado de las rejas y los árboles y confiar en sus boyantes alas. Si intenta mantenerse en la facilidad de estar cerca del suelo, hará un pobre trabajo en volar.

Dios tuvo que llevar a Abraham al límite de sus propias fuerzas y hacer que viera que no podía hacer nada en su propio cuerpo. Tuvo que considerar su propio cuerpo muerto y luego tomar a Dios para hacer toda la obra. Cuando miró lejos de sí mismo y confió solamente en Dios, quedó plenamente persuadido de que lo que Dios había prometido, podía también ejecutarlo.

Esto es lo que Dios nos enseña. Él retira los resultados alentadores hasta que aprendamos a confiar sin ellos, y después le encanta hacer su obra real de hecho tanto como en fe. Miremos hoy solamente a Él para que haga lo que decida, de la forma en que lo decida.

A.B. Simpson