Devocional 14 nov. – Alexander Smellie
No hay otro nombre
Hechos
4:12 Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo,
dado a los hombres, en que podamos ser salvos.
Aquí
tenemos la santa intolerancia y exclusividad del evangelio de Cristo. No
consentirá ningún rival al lado de Aquel que es el centro de su gloria. Lo
corona como supremo y único Señor.
La
cultura moderna ensalza mucho otras salvaciones: Buda, Confucio, y Sócrates son
colocados casi al nivel de Jesús. Reciben casi la misma reverencia. ….. Pero no
hay otro nombre.
Aun
así, la sociedad se vuelve a otros refugios. Es impaciente con el antiguo credo
de que fuera de Cristo no existe ayuda o esperanza. Tiene sus propias
convenciones, normas e ideales, y si alguien los honra, no tiene nada que
temer. No recibe reproche el que permanece en sus estándares y se gana sus
respetos. …… Pero no hay otro nombre.
Y
mi propio corazón puede buscar su vida y paz en algún otro lugar: en mis
oraciones, mi dar, mis lágrimas, mis trabajos. En la buena opinión de mis
compañeros, y en la aprobación de mi propia conciencia. En mi indiferencia
hacia el aspecto más severo del carácter de Dios y en mi descuido del temor del
Señor. En mis esperanzas y sueños de que todo irá bien. ….. Pero no hay otro
nombre.
Es un Nombre
suficiente para todo. Que yo estime mi único cimiento, mi único escondedero, mi
única esperanza. Los puritanos decían que Jesús tenía muchos nombres; y en cada uno de ellos hay
salvación, libre y plena, presente y eterna.
Alexander
Smellie
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