Devocional 24 junio - – A.B. Simpson

Los que ayudan 

1 Corintios 12:28 Y a unos puso Dios en la iglesia, primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero maestros, luego los que hacen milagros, después los que sanan, los que ayudan, los que administran, los que tienen don de lenguas.

En la lista que hace el apóstol de los oficiales de la iglesia, los que ayudan se mencionan antes que los que gobiernan. Por medio del ministerio de orar, de dar, por el ministerio de alentar, por la cara sonriente, por tocar la mano de otro en silencio y dar una pequeña palabra de ánimo, y por las incontables formas en que podemos ayudar, o, al menos, evitar obstaculizar, podemos todos seguir las pisadas de Aquila y Priscila, si queremos seguirlas.

El ser capaz de regocijarse en el trabajo de otro y derramar nuestras vidas como corrientes afluentes en grandes ríos es un don valioso. Dios conoce de donde viene cada gota de agua, y en el gran día de la recompensa, muchos de los que ayudan tendrán un gran galardón.

¿Estás ayudando? ¿Estás ayudando a tu pastor, a tu hermano, a tu esposo, a tu madre, a tu padre, a tu compañero de trabajo? Y cuando venga la cosecha ¿no se regocijará el que siembra junto con el que siega?

Puedes ayudar con oración santa.

Con un útil amor y una gozosa canción.

Sí, las cargas puedes soportar.

Sí, las tristezas puedes compartir.

Sí, las coronas aún podrás llevar.

Si ayudas a los demás.

A.B. Simpson