Devocional 08 junio– Andrew Murray

Palabra y oración

Salmos 119:107 Afligido estoy en gran manera; Vivifícame, oh Jehová, conforme a tu palabra.

La oración y la Palabra de Dios son inseparables y siempre deberían ir juntas. En su Palabra, Dios me habla, y en la oración, hablamos a Dios. Si no hay una verdadera comunicación, nos separaremos de Dios. Si oramos simplemente sin utilizar la Palabra de Dios, estaremos inclinados a utilizar nuestras propias palabras y pensamientos. Tomar los pensamientos de Dios de su Palabra y presentarlos ante Él da a la oración su poder. ¡La palabra de Dios es indispensable para toda oración verdadera!

Por medio de la Palabra, el Espíritu Santo me muestra quién es Dios. La Palabra también nos enseña lo pecaminosos que somos. Nos revela todas las maravillas que Dios hará por nosotros y las fuerzas que nos dará para hacer su voluntad. La Palabra me enseña cómo orar: con un fuerte deseo, una fe firma, una perseverancia constante. La Palabra me enseña, no solamente quién soy, sino en quien me puedo convertir. Por encima de todo, me recuerda que cristo es el Gran Intercesor y me permite orar en su nombre.

Aprende a renovar tus fuerzas cada día en la Palabra de Dios, y ora de acuerdo a su voluntad.

Dios, tu Palabra es vida para mí. Conforme me acerco a ti en oración, me hablas por medio de Tu Palabra. Que sigas revelándome continuamente las maravillas de tu amor y gracia. Ayúdame a perseverar en oración. Amén.

Andrew Murray

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