Devocional 30 mayo – Andrew Murray

Alimento espiritual

Mateo 4:4 Él respondió y dijo: Escrito está: No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.

Todos entendemos que el pan es indispensable para la vida. Por muy fuerte que sea una persona, si no se alimenta, se debilitará y terminará muriendo. Así sucede con la Palabra de Dios.

El pan ha de comerse. Puede que tenga pan en mi casa y en mi mesa en gran abundancia, pero eso no me ayudará. Debo comer el pan. Si soy incapaz de comerlo por estar enfermo, moriré. De forma similar, el simple conocimiento de la Palabra de Dios e incluso el predicarla a otros no me ayudará a mí mismo. No es suficiente con pensar acerca de ella. Debo alimentarme de la Palabra de Dios e introducirla en mi corazón y en mi vida.

El pan ha de comerse diariamente, y así sucede también con la Palabra de Dios. El salmista dice que: «en la ley de Jehová está su delicia, y en su ley medita de día y de noche» (Salmos 1:2). «¡Oh, cuánto amo yo tu ley! Todo el día es ella mi meditación» (Salmos 119:97). Para asegurar una vida espiritual fuerte y poderosa, pasar tiempo en la Palabra de Dios cada día es indispensable. Cuando estuvo en la tierra, el Señor Jesús aprendió, amó y obedeció la Palabra del Padre. Si buscas la comunión con Él, lo hallarás en Su Palabra.

Padre celestial, amo tu Palabra. Me alimento de ella día y noche, meditando siempre en ella. Ayúdame a desarrollar músculos espirituales que me mantengan seguro y fuerte en mi fe. Amén.

Andrew Murray

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