Devocional 25 mayo - Martyn Lloyd Jones
Obra completa
Juan 19:30 Cuando Jesús hubo tomado el vinagre, dijo: Consumado es. Y habiendo inclinado la cabeza, entregó el espíritu.
La
gente parece no ser plenamente consciente de lo que nuestro Señor hizo sobre la
cruz en el monte del Calvario. Creen en su muerte expiatoria y sacrificial,
pero no piensan en lo que eso implica. Saben lo suficiente como para saber que
son salvos, pero están en un estado de depresión porque no comprenden
plenamente lo que esto significa. Olvidan lo que el ángel anunció a José al
principio, que Jesús salvaría a su pueblo de sus pecados (ver Mateo 1:21). El
ángel no dijo que los salvaría de todos los pecados excepto ese en particular
que has cometido. ¡No! «salvará a su pueblo de sus pecados».
No
hay calificativos ni límites en esa expresión. O escuchemos las palabras del
Apóstol Pablo cuando dice «Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo
pecado» (2 Corintios 5:21). Todos y cada uno de los pecados fueron puestos
allí, no hay límite, no queda nada. Todos los pecados de su pueblo están ahí,
cada uno de ellos. De hecho, Él mismo lo dijo, ¿no es así? ¿no lo dijo sobre la
cruz? «Consumado es», completamente consumado.
Está
consumado en el sentido de que, no solo se encargó de todos los pecados
cometidos en el pasado, sino también de todos los pecados que jamás pudieran
cometerse. Es un único sacrificio, una vez para siempre. Nunca volverá a la
cruz. Se encargó de todos los pecados allí, de forma final y completa, de cada
uno. Nada quedó sin hacer «consumado es». Lo que nos recordamos unos a otros
conforme tomamos el pan y el vino, y lo que proclamamos, es esa obra completa y
finalizada.
Martyn Lloyd Jones
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