OSEAS 10 – Ps Jose Guerrero
¿A dónde nos llevará la religión falsa?
Ose 10:13 Habéis arado impiedad, y segasteis iniquidad; comeréis fruto de mentira, porque confiaste en tu camino y en la multitud de tus valientes.
Este capítulo sigue
empleando los términos de la fecundidad en respuesta a la pregunta: ¿A dónde
nos llevará la religión falsa? Otra vez el punto de partida es que tiempo atrás
en su historia Israel tenía muchas bendiciones del Señor. Este es el
significado de la metáfora: Israel era… una vid exuberante (v. 1). Sin embargo,
la palabra “exuberante” sugiere que todo no está bien con esta vid, porque una
palabra homófona significa “vacía” o “podrida”. Oseas declara que Israel es una
vid que da fruto, pero a la vez se levanta la imagen de una vid estéril (Nahúm
2:2).
Israel no entendió sus
bendiciones como producto de la gracia de Dios, sino que tomó la actitud
mecánica del baalismo en cuanto a ellas. Pretendía conseguir las bendiciones
por actos religiosos, y por multiplicar altares, erigir y adornar piedras
rituales. Estos actos religiosos eran vistos como una manera de ganar aún más,
como una inversión en el futuro.
Entonces Oseas declara que
el corazón de Israel es engañoso (v. 2). ¿Será posible que Oseas quería decir
que el corazón del pueblo estaba dividido entre el Señor y Baal y que por eso
serian hallados culpables? Oseas estaba seguro de que Dios mismo rechazaría
todo el culto de Israel y destruiría los instrumentos de adoración. La religión
falsa de Israel conduce a un culto sin bendiciones.
En el v. 3 Oseas ve que en el
futuro Israel reconocería, que sus problemas eran producto de su culpa al no
temer al Señor. Dirían que no tenían rey por causa de su pecado y confesarían
que sin el temor de Dios aun un rey no podría garantizar bendiciones para
Israel. Estas palabras forman la conclusión de la primera parte de esta sección
y se presentan como las palabras de esperanza que hay después de un castigo
futuro.
En el v. 4 afirma de sus líderes:
“Hablan sólo palabras”, es decir que sus juramentos legales eran falsos. Entraron
en alianzas políticas inestables, y su “justicia” envenenó toda la tierra
porque eran en realidad “injusticias legales”. Los vv. 3-4 muestran que la religión
falsa arruinó tanto al gobierno político como al culto espiritual de la nación.
Los vv. 5-8 describen el día
cuando los asirios llevarían en cautividad tanto al ídolo como al rey. En los
vv. 5-6 se anuncia que los habitantes de Samaria que habitualmente adoraron al
ídolo en Betel, ahora se lamentarían porque sería llevado a Asiria como tributo.
Haciendo énfasis en que todo el pueblo, incluso los sacerdotes del ídolo que se
gozaron en la presencia del oro que adornó al becerro, se entristecerían por la
pérdida del ídolo (v. 6), del rey (v. 7) y de los centros culto (v. 8).
En los vv. 9-15 se presentan
una variedad de metáforas, donde se anuncia el fin de Israel y los motivos para
esto. El primer motivo fue que ellos permanecieron en los pecados de Gabaa (v.
9). Los inicuos de Gabaa sufrieron guerra en el pasado, y los de ese entonces, sufrirían
igualmente por motivo de esta “doble iniquidad” en Gabaa. ¿Qué es esta doble
iniquidad? Sin duda que fueron los eventos de Jueces 19–21. El crimen sexual y
la guerra que resultó se ven como el pecado y su castigo. Para Oseas, la idolatría y el pecado sexual,
todavía constituían la doble iniquidad que destruiría al Israel de ese tiempo.
En los vv. 11–13, Oseas usa
una metáfora agrícola para explicar otro motivo del fin de Israel. El pasado,
futuro y presente de Israel se describirían. El Señor escogió a Israel y el
pueblo era obediente a esta elección. En el principio era fácil, como una vaca
puede trillar y comer a la vez. Sin embargo, Dios esperaba más de su pueblo.
Puso sobre Israel un yugo, bien hecho, ajustado y fácil de llevar (Mat.
11:29–30), pero la nación se volvió en
una vaca rebelde.
Dios tuvo esperanza de
servicio futuro por parte de Israel. Debían sembrar justicia (v. 12), o sea
actos conformes al pacto, y debían segar lealtad. Debían abrir los surcos de
una relación personal con Dios para recibir las ricas bendiciones de su
salvación o su justicia activa. Sin embargo, la realidad actual de Israel no
era igual a su comienzo en el desierto ni a la esperanza futura a que fue
llamado. En el presente el pueblo se mostró culpable de impiedad, injusticia y mentira.
El fracaso de Israel en no ser fiel a su llamado es otro motivo de su
destrucción.
Los vv. 14-15 emplean una
vez más el simbolismo de la guerra. En vez de hablar de Gabaa y la guerra, allí
usa el evento más reciente de Salmán en Bet-arbel. Estas palabras se refieren a
la campaña de Salmanasar (841 a.C.), por
primera vez los asirios pisaron la tierra de Israel. En esta campaña Salmanasar
pasó al sur de Damasco por Transjordania y el norte de Israel hasta el monte
Carmelo en la costa. Por su idolatría, sus cultos sexuales y su incapacidad de
ser fiel a su elección, Israel experimentaría su fin con toda la violencia de
una guerra.
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