Joel – Ps Jose Guerrero
El libro de Joel
Título
El texto masorético hebreo,
titula este libro de acuerdo con el nombre de Joel el profeta, el destinatario
del mensaje de Dios (1:1). El nombre quiere decir "Jehová es Dios" Se
hace referencia de ese nombre en cerca de doce hombres en el AT. En el NT se
hace referencia a Joel únicamente una vez (Hch.2:16-21).
Autor y fecha
El autor se identificó a sí
mismo solo como "Joel, hijo de Petuel" (1:1). La profecía provee poco
acerca del hombre. Aun el nombre de su padre no es mencionado en ningún lugar del
AT. El hecho que Joel mostrará un profundo celo por los sacrificios del templo
(1:9; 2:13-16), su gran familiaridad con la vida pastoral y agrícola, y su
separación de los sacerdotes (1:13-14; 2:17) sugieren que no era un levita.
La tradición señala que pertenecía
a la tribu de Rubén, de la aldea Bet-haram, situada al NE del Mar Muerto entre
la frontera de Rubén y Gad. Sin embargo, el contexto de la profecía da lugar a
pensar que era oriundo de Judea cerca de Jerusalén, ya que la lectura registra
el tono propio de un nativo.
La fecha del libro se apoya
en la posición canónica, referencias históricas y elementos lingüísticos. Algunos
sugieren que Joel llevó a cabo su ministerio profético durante el reinado de Joas,
en Judá (835 a.C.). Uno de los argumentos principales que se presentan a favor
de esta fecha tiene que ver con el hecho que las descripciones del libro
concuerdan con la época pre-exílico. Los enemigos mencionados no son aquellos
que ocasionaron el exilio del pueblo de Dios (Asiria, Babilonia), sino países
pre-exílicos (Fenicia, Filistea, etc.). No obstante, aunque la fecha del libro
no se puede conocer con exactitud, el mensaje de Joel no está confinado solo a
ese tiempo, sino aplica una doctrina que puede ser repetida y aplicada en
cualquier época.
Contexto histórico
Tiro, Sidón y Filistea
habían llevado a cabo incursiones militares frecuentes a Israel (3:2 en
adelante). Una gran sequía y una invasión masiva de langostas habían destruido
toda siembra y crearon una total devastación económica (1:7-20), dejando al
reino de Judá muy débil. Este desastre le da al profeta la ilustración para el
juicio de Dios. Tal como las langostas fueron un juicio sobre el pecado, los
juicios futuros de Dios durante el día del Señor los excederán por mucho. En
ese día, Dios juzgará a sus enemigos y bendecirá a los fieles.
Ninguna mención se realiza
sobre pecados específicos, ni Judá es reprendido por idolatría. Sin embargo, el
profeta los llama a un arrepentimiento, amonestándolos a: "Rasgad vuestro
corazón, y no vuestros vestidos" (2:13).
Temas históricos y teológicos
El tema central del libro: es
el día del Señor. Este tema aparece por todas partes en el mensaje de Joel,
haciéndolo el tratado más concentrado de todo el AT (1:15; 2:1; 2:11; 2:31;
3:14). La frase es empleada diecinueve veces por ocho diferentes autores del AT;
Isaías, Ezequiel, Joel; Amós, Abdías; Sofonías; Zacarías; Malaquías.
La frase no hace referencia
a un período de tiempo cronológico, sino a un período general de ira y juicio
que pertenece de manera única al Señor. Es exclusivamente el día que revela su
persona, poderoso, fuerte y santo, de esta manera aterra a sus enemigos. El día
del Señor no siempre se refiere a un acontecimiento escatológico; en algunas
ocasiones tiene un cumplimiento histórico cercano (Ez. 13:5), donde habla de la
conquista babilónica y la destrucción de Jerusalén. Así como es común en
profecía, que sea un acontecimiento histórico cercano, también se incluye el
cumplimiento más distante o escatológico.
El día del Señor
frecuentemente es asociado con turbaciones sísmicas (2:1-11; 2:31; 3:16),
problemas climatológicos (Ez.13:5), nubes y oscuridad espesa (2:2), turbulencia
cósmica (2:3; 2:30), y como un día grande "y muy terrible" (2:11) que
"vendrá como destrucción por el Todopoderoso" (1:15).
La última mitad de Joel
muestra el tiempo después del día del Señor como una promesa y esperanza. Habrá
un derramamiento del Espíritu sobre toda carne, acompañado por palabra de profecía,
sueños, visiones (2:28-29), como también la venida de Elías, una manifestación
que traerá restauración y esperanza (4:5-6). Como resultado del día del Señor
habrá bendiciones físicas, tiempos fructíferos y prosperidad (2:21; 3:16-21).
Es un día donde el juicio es derramado sobre pecadores que más tarde trae
bendiciones, sobre el que se arrepiente, reafirmando el pacto de Dios para con
su pueblo.
Retos de interpretación
El cap. 1 describe una invasión real de langostas que
destrozó la tierra. En el cap. 2, el
profeta está mostrando algo que está más allá de la plaga de langostas del cap.
anterior, describe con mucha intensidad la plaga y la necesidad inmediata de
arrepentimiento. El uso de expresiones, tales como "como aspecto de
caballos" (2:4) y "como hombres de guerra" (2:7), sugiere la
idea del uso de las langostas, para mostrar una invasión que solo puede ser el ataque
masivo del día final del Señor.
Un segundo asunto tiene que
ver con la cita de Pedro de 2:28-32 en Hch.2:16-21. Esta referencia muestra el
cumplimiento en el día final y terrible del
Señor. El derramamiento del Espíritu Santo en Pentecostés fue una antesala, donde
una muestra del poder y obra del Espíritu, que será dada en su totalidad en el
reino del Mesías después del día del Señor.
Bosquejo
El libro se ordena bajo tres
secciones. En la primera sección (cap.1) el profeta describe el día del Señor en
ese tiempo. La tierra estaba sufriendo una destrucción masiva causada por una
plaga de langostas y sequía. Los detalles del desastre son seguidos por llamados al arrepentimiento y
a la reforma moral.
La segunda sección (cap. 2.1-17)
hace una transición de la plaga histórica de langostas del cap. 1 al día del
Señor escatológico. Empleando la plaga contemporánea de langostas como
contexto, el profeta, con un alto nivel de intensidad, pinta un retrato vívido
y fuerte de la visitación inminente del Señor y con una terminología poderosa y
explícita, llama al arrepentimiento.
En la tercera sección (cap.2:18-32;
cap. 3) el Señor habla directamente, asegurándole a su pueblo su presencia
entre ellos. Esta parte manifiesta que el arrepentimiento había ocurrido y describe la respuesta celosa
del Señor a la oración colectiva. El Señor entonces da tres promesas para
asegurarle a los arrepentidos de su presencia: Restauración material a través
de la sanidad divina de su tierra, restauración espiritual por medio del
derramamiento divino de su Espíritu y restauración nacional mediante el juicio
divino sobre los injustos.
Bosquejo
I. El día del Señor
experimentado: Histórico (Joe_1:1-20)
A.
Fuente del mensaje (Joe_1:1)
B.
Mandato a contemplar la devastación (Joe_1:2-4)
C.
Término de la devastación (Joe_1:5-12)
D.
Llamado a arrepentirse a la luz de la devastación (Joe_1:13-20)
II. El día del Señor
ilustrado: Transición (Joe_2:1-17)
A.
La alarma suena (Joe_2:1)
B.
El ejército invade (Joe_2:2-11)
C.
La amonestación a arrepentirse (Joe_2:12-17)
III. El día del Señor
descrito: Escatológico (Joe_2:18-32; Joe_3:1-21)
A.
Introducción (Joe_2:18-20)
B.
Restauración material (Joe_2:21-27)
C.
Restauración espiritual (Joe_2:28-32)
D. Restauración
nacional (Joe_3:1-21)
Amen!
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