Devocional 28 mayo – A.W. Tozer
Gracias a Dios por Jesucristo.
Romanos 7:24-25 ¡Miserable de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte? Gracias doy a Dios, por Jesucristo Señor nuestro. Así que, yo mismo con la mente sirvo a la ley de Dios, mas con la carne a la ley del pecado.
Cuando
conocieron a Dios, no le glorificaron como a Dios. Escucha esas terribles
palabras. Tampoco fueron agradecidos, sino que se envanecieron en sus
razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido. Profesando ser sabios, se
hicieron necios, y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en la imagen de
hombre corruptible, de aves, de bestias y de reptiles.
Cambiaron
la verdad de Dios por la mentira. Las devastadoras palabras continúan fluyendo,
aumentando en intensidad hasta que nadie al que le quede algo de conciencia o
temor por las consecuencias morales pueda estar de pie y mirando al Juez a la
cara, sino que tenga que bajar sus culpables ojos y llorar. Ten misericordia de
mí, oh Dios, de acuerdo a tu amor.
De
acuerdo a la multitud de tus tiernas misericordias borra mis transgresiónes.
Aparte de las Escrituras no tenemos ninguna filosofía que sea segura. Aparte de
Jesucristo no tenemos un verdadero conocimiento de Dios. Aparte del Espíritu
que vive dentro de nosotros, no tenemos capacidad para vivir vidas que sean
moralmente agradables a Dios. ¡Qué maravilloso es que Cristo pueda decir: Yo
soy el camino, la verdad y la vida. Nunca podremos ser lo suficientemente
agradecidos por esto.
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