Devocional 29 enero – A.B. Simpson
Gozo cumplido
Existe un gozo que brota de forma espontánea en el corazón
sin ninguna causa externa, o sin tan siquiera una causa racional. Es como una
fuente que se regocija porque no puede evitarlo. Es la gloria de Dios, es el
corazón de Cristo, es el divino gozo del que Él dice: «Estas cosas os he
hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido» (Juan
15:11). Es un gozo que nadie te puede quitar.
Aquellos que poseen esta fuente no se desalientan por las
circunstancias que los rodean. En lugar de eso, se sorprenden del profundo y
dulce agrado que viene a ellos sin causa aparente, un gozo que con frecuencia
es más fuerte cuando en su condición, todas las circunstancias tenderían a
llenarles con tristeza y depresión.
Es el ruiseñor en el corazón que canta de noche porque su
naturaleza es cantar.
Es el gozo glorificado e incorruptible del cielo, y anticipa
ya una canción eterna. Señor, danos este gozo bajo todas las circunstancias en
el día de hoy, y que nuestros corazones desborden en bendición hacia otros.
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