Devocional 30 diciembre – Charles Spurgeon

Cómo ser un cristiano estable.

Mateo 5:19 De manera que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos; más cualquiera que los haga y los enseñe, éste será llamado grande en el reino de los cielos.

Hermanos, tan pronto como se convierten se vuelven discípulos de Jesús, y si quieren convertirse en Cristianos serios, deben reconocerle como su Amo, Maestro y Señor en todas las cosas, y tomar la decisión de ser buenos estudiantes en su escuela. El que tiene a Cristo por Amo y de verdad le sigue, será mejor cristiano. Algunos son discípulos de la iglesia, otros son discípulos del ministro, y un tercer grupo son discípulos de sus propios pensamientos; el sabio es el que se sienta a los pies de Jesús y aprende de Él con la resolución de seguir sus enseñanzas e imitar su ejemplo. El que intenta aprender de Jesús mismo, y toma las palabras de los labios mismos del Señor comprometiéndose a todo lo que el Señor enseñó y a hacer todo lo que ordenó, ese es el Cristiano estable.

Sigan a Jesús hermanos, y no a la iglesia, porque nuestro Señor nunca dijo a sus discípulos «sigan a sus hermanos», sino que dijo «seguidme a mí». No dijo «permaneced en la confesión de vuestra denominación», sino que dijo «permaneced en mí». Nada ha de interponerse entre nuestras almas y nuestro Señor. ¿Qué importa si la fidelidad a Jesús nos lleva en ocasiones a no estar de acuerdo con nuestros hermanos? ¿Qué importa mientras estemos de acuerdo con nuestro Señor?

Sean verdaderos discípulos de Cristo, y que hasta su palabra más pequeña sea preciosa para ustedes. Recuerden que si alguien le ama guardará su palabra; y Él ha dicho: «De manera que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos«. Desechen todos los compromisos y todo lo que diluya la verdad, sean meticulosos y resueltos, aferrándose a las palabras de su Salvador. Sigan al Cordero donde quiera que vaya.