Devocional 22 diciembre - Will Graham
Entristecido pero siempre gozoso en Cristo
“Y los bendijo Simeón, y dijo a su madre María: He aquí, éste está puesto para caída y para levantamiento de muchos en Israel, y para señal que será contradicha (y una espada traspasará tu misma alma), para que sean revelados los pensamientos de muchos corazones” (Lucas 2:34-35).
Qué triste. Por primera vez aprendemos
que el niño de Belén sufrirá cosas indecibles. Padecerá por revelar la
corrupción y la hipocresía de muchos corazones endurecidos.
María, bendita entre las mujeres,
experimentará un dolor inmenso al presenciar la humillación de su amado
primogénito.
Ciertamente, me gozo en tu Hijo. Sé que
soy más que bienaventurado estando unido a Él por la fe. Me da felicidad ser de
Cristo. Sin embargo, sufro mucho por amor a Él. Veo cómo muchos se burlan de mi
Salvador. Mi alma se parte en dos.
¿No describió tu siervo Pablo esta
paradoja perfectamente destacando que el siervo de Dios anda en este mundo
“como entristecido, mas siempre gozoso” (2 Corintios 6:10)?
Experimento estas dos sensaciones
continuamente. Me imagino que será algo parecido a lo vivido por María. Mantén mis ojos siempre en Cristo a fin
de que yo tenga un gozo sobrio.
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