Devocional 30 noviembre - John MacArthur
EL EJERCICIO HACE MAESTRO AL NOVICIO.
Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced. (Filipenses 4:9)En el versículo de hoy, el apóstol Pablo
subraya que los creyentes de Filipos necesitaban practicar lo que aprendieron,
recibieron, oyeron y vieron en su
vida.
En primer lugar, aprendieron de su
instrucción personal, que incluía la predicación, la enseñanza y la disciplina
(cp. Hch. 20:20). Él presentaba las verdades del Antiguo Testamento y el
significado de la revelación del Nuevo Testamento, explicando cómo se
aplicaban a la vida de ellos.
Además, lo que recibieron de Pablo era
la revelación directa de Dios. La Biblia pone en claro que Pablo recibió
directa revelación del Señor y luego la dio a conocer a los creyentes (cp. 1
Co. 11:2; 15:1-3; 1 Ts. 4:1).
De otras fuentes también oyeron acerca
del carácter, de la manera de vivir y de la predicación de Pablo. Estaban
conscientes de su impecable reputación.
Y lo que vieron los creyentes de Filipos
en Pablo sabían que era cierto por experiencia propia.
Al igual que la de Pablo, su vida debe
ser digna de imitación por los demás creyentes. Así que “sed hacedores de la
palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos” (Stg.
1:22).
Del libro La Verdad para Hoy de John
MacArthur
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