Devocional 27 noviembre - John MacArthur
DETENCIÓN DE LA CARNE
¿Con qué limpiará el joven su
camino? Con guardar tu palabra. (Salmo 119:9)
La conducta santa que produce
estabilidad espiritual depende de la obediencia a la norma divina de la Palabra
de Dios. La Palabra es la que cultiva las actitudes, los pensamientos y la
conducta que evitará que usted sea aplastado por las pruebas y las tentaciones.
A fin de comprender la relación entre
las actitudes, los pensamientos y la conducta, considere esta analogía. Si un
policía ve a alguien que está a punto de violar la ley, lo detendrá. De igual
manera, las actitudes y los pensamientos santos producidos por la Palabra
actúan como policías para detener la carne antes que cometa un delito contra la
norma de la Palabra de Dios. Pero si no están de guardia, no pueden detener la
carne, y la carne está en libertad para violar la ley de Dios.
La analogía enseña que las actitudes y
los pensamientos rectos deben preceder a los hábitos rectos. Pablo comprendía
que solamente las armas espirituales ayudarán en nuestra lucha contra la carne
(2 Co. 10:4). Al usar las armas apropiadas, usted puede llevar “cautivo todo
pensamiento a la obediencia a Cristo” (v. 5).
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