Devocional 27 agosto – Luis Cano
Isaías 53 es un capítulo
cristocéntrico
Isaías 53:6 Todos nosotros
nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Yahveh
cargó en él el pecado de todos nosotros.
Con toda razón se dice que
en este capítulo de tu siervo Isaías es donde está más claramente expuesto el
evangelio de tu Hijo en todo el Antiguo Testamento. Me cuesta escoger un
versículo, porque todos ellos me llevan a Él y me hacen meditar y descansar, gozarme
y darte las gracias por este evangelio tan grande.
Como ovejas torpes perdimos
el camino de salvación que llevaba a ti, Dios mío. En mi orgullo seguí mi
camino, el que yo pensaba que era mío, sin darme cuenta que mi corazón me
engañaba, mi instinto estaba dominado por fábulas vanas y mi conciencia
dormida.
La culpa de todo era el
pecado que dentro de mí me dominaba y que no solo me hacía estar perdido, sino
que me llevaba a mayor perdición, a un lugar sin retorno.
Pero entonces apareció Él,
tu Hijo, y ahora mi Salvador y Señor. Él, que era limpio de maldad en hechos y
palabras, tomó sobre sí mismo todos mis pecados. En realidad, fuiste tú quien
lo enviaste, tú quien traspasaste mis pecados a Él, y tú quien lo condenaste y
clavaste en mi lugar. Por Él fui yo sanado delante de ti. ¿Cómo no voy a tomar
conmigo otra vez estas palabras?
No importa lo que ocurra
hoy, este mensaje ya es mío.
Comentarios
Publicar un comentario