Devocional 28 julio - Luis Cano
Señor dame hijos
espirituales, dame fruto
Más la sabiduría es
justificada por todos sus hijos (Lucas 7:35).
Hay un refrán que dice “Los
hechos hablan por sí solos”. No es parte de tu palabra, pero sí quizá el sentido
común y este sentido es fruto de tu gracia común. ¿Verdad? En fin, Señor, que
el uno me ha recordado al otro y me parece que concuerdan.
Hay días que me parece que
tengo que estar justificando, o defendiendo o aclarando mis actos y mis
palabras, ya sea porque me lo demandan otros o que a mí, inseguro como soy, me
lo parece.
¿Es acertada mi
interpretación de tal pasaje de la Escritura? ¿Lo expuse con toda sinceridad y
buena intención? ¿Lo he aplicado en mí mismo y los demás pueden ver que es así?
¿Hago con la palabra expuesta que se lamenten cuando se tienen que lamentar y
se gocen cuando se tienen que gozar?
Pablo no tenía necesidad de
defender su apostolado sino mostrar el fruto (1 Cor. 9:2) (2 Cor. 3:2).
Tú sabes, Señor, que no
busco halagos de las personas, sino tu aceptación, pero a veces estoy confuso y
temeroso. ¿Es éste el camino, es esta la forma? ¿Cuál es el fruto, debería
esperar más y mejor resultado? ¿Qué tengo que mejorar, cambiar o añadir?
Señor dame hijos
espirituales, dame fruto.
Comentarios
Publicar un comentario